El pasado 27 de mayo, nos fuimos toda la clase a una ciudad llamada Carmona.
Antes de irnos, dimos el papel donde estaban escritos los dioses romanos a Pepa.
Nos fuimos sobre las nueve y veinte minutos al autobús que nos llevaba a Carmona. Llegamos sobre las diez y diez minutos a dicha ciudad.
Nos bajamos en la puerta de la antigua necrópolis romana, donde estaban enterrados antiguos patricios. Empezamos por ver la tumba de Servilia, un patricio bastante rico. Para saber más sobre como era el enterramiento romano, hicimos un teatro muy divertido. Yo llevé una antorcha.
Cuando terminamos, a las once y cuarto, nos fuimos a dos tumbas cercanas. La primera era extensa y la segunda estaba dividida en dos mitades, (un lado para una familia, el otro lado para otra).
A las once y veinticinco nos volvimos por donde empezamos. Entonces nos dividimos en cuatro grupos: grupo marrón, grupo gris, grupo rojo y grupo verde. A cada uno nos dieron un arma, como un escudo, una espada y una lanza. A mí me dieron una lanza.
Al hacer los grupos, nos fuimos todos cantando por toda Carmona hacia un parque que estaba en el centro. Nos fuimos allí para “vencer” a los cartagineses.
Al llegar dejamos lo que teníamos en las manos y nos comimos nuestro desayuno.
Al terminar de desayunar nos explicaron como debíamos “asaltar” a los cartagineses. Primero había que coger los escudos y protegerse de las piedras que tiraban. Segundo, con unas placas gigantes teníamos que pasar por abajo de la muralla , intentando que no nos dieran. También nos lanzaban agua caliente. Por suerte no me mojé.
En realidad era un patricio romano vestido con una túnica larga y blanca. Él preguntó si el monitor quería vendernos, y dijo que sÍ. Entonces subimos a una torre en el alcázar y el patricio romano nos explicó que desde ese sitio se podía ver quién iba a atacar la ciudad de Carmona. Nos preguntó algunas cosas y después subimos al autobús a las una y diez minutos.
Llegamos a las dos en punto y cuando sonó la campana nos fuimos a casa.